Lección de historia, compromiso y solidaridad

Impecables actuación de León Gieco y Joselo Schuap, en un fuerte repaso por las historias de luchas sociales, pasadas y actuales, de la Argentina y de Misiones. El club Tokio estuvo colmado y el público salió satisfecho después de casi cinco horas de espectáculos.

 

 

Posadas (Raúl Puentes para Línea Capital). “Suelta muchacho tus pensamientos, como anda suelto el viento, sos la esperanza y la voz que vendrá, a florecer en la nueva tierra”… cantó León Gieco ya sobre el escenario del club Tokio, en Posadas, mientras un video proyectaba su imagen y la misma canción, cantada unos 30 años antes, en los tiempos de la melena y el rostro joven, ya con la solidaridad a cuesta.

Hombres de Hierro fue la primera canción que el músico santafesino, patrimonio de la cultura nacional, regaló en Posadas, este viernes 10 de agosto, a un público mayoritariamente “de la segunda edad”, que siguió sus letras y sus canciones durante los exactos 150 minutos (dos horas y media) que estuvo sobre el escenario, en un impecable repaso de sus 40 años con la música que se convirtió en una lección de historia, compromiso y solidaridad.

Su primera inquietud fue conocer los problemas sociales que afectaban a los misioneros, de los cuales ya estaba al tanto: mencionó -sobre el escenario-, a los caciques del pueblo guaraní que reclaman sus tierras; a los desplazados por la represa de Yacyretá de los barrios El Brete y Villa Bloset (“y a toda la población misionera, afectada por Yacyretá”), a los productores yerbateros que piden un precio justo y a los vecinos de Caraguatay y El Alcázar que se oponen al relleno sanitario, “y a todos los demás sectores en lucha, que son muchísimos”.

El club Tokio estaba colmado y aún así, el público guardó silencio y guardó respeto antes las imágenes y los videos que rescataron a mujeres y hombres del compromiso social de las últimas décadas; estalló en aplausos cuando aparecieron las fotografías de Ernesto “Che” Guevara y Eva Perón, entre tantas otras, y silbó las imágenes de los personajes de la última dictadura militar de la Argentina.

Gieco entró al escenario tranquilo, aplomado y comprometido, armado hasta los dientes: sobre la campera negra para enfrentar la fría noche de agosto, el músico popular lució un cinturón cartuchera donde guardaba las distintas armónicas que utilizó durante la noche. Su público se retiró encantado, satisfecho, colmado por el recuerdo y renovado en cuanto al compromiso popular, según coincidieron los testimonios que recogió el cronista de esta nota.

La primera parte del show de Gieco incluyó sus primeras canciones y las imágenes fuertes de los años de lucha, desde fines de los 60; el repaso histórico incluyó el Cordobazo, el secuestro y ejecución del ex presidente Pedro Eugenio Aramburu, la lucha de Montoneros, la vuelta de Juan Perón al país, el Rodrigado, la presidencia de Isabel Mártinez y el Golpe y el Gobierno Militar, entre otros acontecimientos políticos de la historia reciente.

La segunda parte del show estuvo signada por la proyección de los videos clip de su carrera, con la música en vivo y finalmente, una tercera parte de homenajes, en primer lugar a las “mujeres que luchan”, con la proyección de imágenes de mujeres íconos de la lucha internacional y el homenaje específico al cura Carlos Mugica (el sacerdote que trabajaba en la Villa 31, asesinado por la Triple A en 1974); a Juan Cabandié (el nieto número setenta y siete recuperado por las Abuelas de Plaza de Mayo, que nació en la Esma) y a Pocho Lepratti, el “Ángel de la Bicicleta”, asesinado por la policía de Rosario, en diciembre de 2001, cuando subido al techo de una escuela reclamaba a viva voz que cesen los disparos, en un intento por evitar que las balas dieran en uno de los chicos a los que asistía.

El cierre del recital, después de la fuerte lección de historia, compromiso y solidaridad, fue con Sólo le pido a Dios, su tema más conocido, que cantó junto a Joselo Schuap, el músico popular misionero que organizó este movida como parte de su gira nacional “Todos por el agua”.

Junto al pueblo, con los reclamos

Durante la conferencia de prensa que León brindó por la tarde, antes del recital, rescató las luchas sociales y los reclamos, y aseguró que podía ayudar a difundir algunos reclamos de Misiones en los medios de prensa nacionales. En ese contexto, Gieco visitó a los productores que acampan en la plaza 9 de Julio de Posadas, firmó el libro de acta, se tomó fotografías con ellos y les prometió acercar el tema a algunos medios. En un momento de la charla, recordando a su Cañada Rosquín natal (de la provincia de Santa Fe), se subió a uno de los tractores que están apostados frente a la Gobernación Misionera, como parte del reclamo que los productores llevan adelante, en pos de la creación del Mercado Consignatario y un “precio justo” para sus productos.

“Me voy a ocupar de este tema”, les dijo el músico que en la conferencia de prensa ya había recibido al productor Julio Petterson y que sobre el escenario, rescató la lucha agraria.

A ambos lados del escenario donde Joselo y León brindaron un espectáculo impecable, dos tractores fueron parte de la iconografía de la noche, ambos con una bandera Argentina en alto, levantada sobre una tacuara.

Joselo por el agua

El espectáculo previo a la actuación de León Gieco en Posadas comenzó a las 10.05, con la apertura a cargo de la Caá Yarí, la Reina de la Yerba Mate, para dar lugar después a los títeres de Kossa Nostra y varios videos que ilustran las canciones de Joselo Schuap, el músico misionero que se llevó todos los aplausos durante la hora y media que estuvo sobre el escenario y cuya actuación cerró con el acompañamiento en vivo de Espiralinha y el personaje circense Pochoski.

El mensaje de los videos y las canciones se centró en la defensa del agua, la que “limpia y bendice”, explicó Joselo.

Compromiso y solidaridad

León Gieco y Joselo Schuap le pusieron ritmo, letra y compromiso al fin de semana: el viernes 10 en Posadas y el sábado 11 en Leandro Alem los músicos ofrecieron el recital Todos por el Agua, como parte de la gira nacional H2O que Schuap lleva adelante, propagando un mensaje en defensa de los recursos naturales, «especialmente de nuestro monte nativo y del agua».

La gira de Joselo ya tiene un año y Gieco ya dio varias vueltas al país desde Ushuaia a La Quiaca, para cumplir con un sueño confesado al comienzo de su carrera, que la prensa inmortalizó: «yo quisiera que no quedara gente sin escucharme. Para eso estamos planeando una gira gigante por las provincias que, dicho sea de paso, están totalmente olvidadas».

Esta vez, el escenario estuvo en la tierra colorada, donde difundieron su arte con un fin benéfico: a favor de Chaloy Espacio Cultural que quiere construir su sede propia en el barrio Nueva Esperanza de Posadas y por los niños, ya que junto al recital se desarrolló una campaña para juntar pañales para el hospital de Pediatría de Posadas y libros para la biblioteca del Barrio Potchka, de Alem.

«También será una forma de apoyar las luchas de guaraníes, colonos, trabajadores de la salud, docentes y de afectados por Yacyretá. De todos los que reclaman sus derechos y se suman para defender el don más preciado que todavía tenemos: el agua», dijo Joselo antes del recital.

La Gira H2O

La necesidad de formalizar la gira Nacional H2O surgió luego de la presentación de Agua Bendita (el segundo disco de Schuap) en reconocidos escenarios como los de Cosquín, Jesús María, Mburucuyá, la Fiesta del Agua en Castelli y Resistencia, la Fiesta Nacional del Pomelo en Formosa y su participación en movimientos sociales de trascendencia, como la Asamblea de Gualeguaychú, la Federación Nacional Campesina de Paraguay, con los vecinos autoconvocados de El Alcázar, con más de cien presentaciones en menos de seis meses, por todo el país, en pueblos, escuelas, universidades, festivales.

Esta gira comenzó con pocos recursos y muchas ganas el 7 de agosto de 2006, en el Hito de las Tres Fronteras, en la confluencia de los ríos Puerto Iguazú y Paraná. “El lugar no fue elegido al azar… y abrimos con un mural que dice ‘No somos terroristas’”.

Unos días antes, Estados Unidos había afirmado que desde la Triple Frontera salía la financiación para el terrorismo internacional: “el tucán, el yaguareté, los guaraníes, los niños, los músicos y toda la población de Puerto Iguazú no tenemos que ver con esto; somos gente de trabajo, chicos que quieren estudiar. Con la imagen de Santa María del Iguazú como compañera de viaje y la bendición del padre obispo Joaquín Piña, arrancó la travesía que unirá Puerto Iguazú con Ushuaia, Santiago de Chile y la Quiaca, en la frontera argentino boliviana. Conceptualmente, nos mueve la defensa del agua, los recursos naturales y la difusión de la cultura de Misiones, sin desechar influencias de frontera, inmigración, y raíces guaraníes”.

La Gira tiene móvil propio: el Dino, un Mercedes Benz modelo 1961, pintado con motivos que aluden a la primera creación discográfica de Joselo, «Sepan que soy misionero», y convertido en centro cultural itinerante. Dentro de este móvil, se aloja, viaja y convive un grupo de gestores culturales (músicos, poetas, fotógrafos, payaso, artesano, muralista y sus familias, además de cuanto ser humano quiera subirse al colectivo, además los equipos de audio y video necesarios para la instalación rápida de un cine móvil y un espectáculo callejero que incluye energía propia, una pantalla gigante y hasta un transmisor de radio, desde el cual transmite “FM H2O, donde el agua manda», todos los acontecimientos que se generan en vivo.

Esa gira, que recorre el país, estuvo en Misiones, esta vez con la participación de León Gieco.

Atentados culturales

Los Atentados Culturales tienen lugar cuando el «Dino» y sus ocupantes «desembarcan» en una plaza, un bar, un teatro, una escuelita en medio del campo, el centro de una ciudad o un barrio, desde donde buscan “crear conciencia, despertar la memoria y acompañar las luchas sociales”.

Incluye cine-debate, documentales, videos, una muestra itinerante sobre el agua, pintura de murales, talleres literarios, show de música y canto…

“Estos «atentados culturales» son el punto de partida para poder contactar y conectar los distintos focos de conflictos medio ambientales y actividades culturales del país, que nos permitan llegar en vivo con el mensaje”, dice Joselo.